Anillamiento científico

Uno de los grandes avances en el estudio de la Migración de las Aves partió de la idea de colocar a las aves marcas identificativas, y asi conocer por dónde se desarrollan sus viajes. Este marcaje no fue ideado por un científico con una brillante idea, marcar aves para reconocerlas individualmente se ha hecho desde la antigüedad (en general se trataba de dejar claro la propiedad del ave).

Marco Polo ya comentaba que los señores asiáticos marcaban sus halcones. Otros marcajes anecdóticos que se han conocido son, entre otros:

  • En 1845 se capturó una golondrina en el Reino Unido que llevaba un texto “J. Rovina y Clavi, 10 de marzo de 1845”, dato reseñado por la prensa local.
  • Una cigüeña fue marcada en Dinamarca con un mensaje de un joven danés, La cigüeña llegó a la India y al año siguiente llegó con la contestación de una joven. Esta comunicación duró varios años, terminando en boda (realidad o ficción, parece una crónica algo adornada)


Un uso más experimental, fue el que realizó un barón francés en el S XVIII, el cual marcó con anillos de cobre a las golondrinas que anidaban en su castillo de Lorena. Pudo comprobar que durante tres temporadas volvían las mismas aves a nidificar.
A principios del S XIX un famoso ornitólogo norteamericano marcaba ya con hilos de plata en las patas distintas especies de aves.


Pero la primera vez que se marcaron individualmente aves (pudiendo distinguir aves por separado) fue en 1890. Un maestro danés, Mortensen, colocó una serie de anillas a 165 pollos de Estornino pinto Sturnus vulgaris con un número identificativo de cada ave y una dirección, con la esperanza que se enviase a esa dirección la anilla encontrada con el lugar y la fecha del hallazgo. Los resultados fueron tan sorprendentes que al año siguiente se pudo sacar una primera publicación de los resultados obtenidos. Este marcaje permitió la acumulación de gran cantidad de datos y se pudo hacer en 1931 el primer atlas de aves migradoras.

El anillamiento consiste en colocar una anilla metálica, generalmente de aluminio, en la pata de un ave viva. Esta anilla lleva impreso un remite, que identifica a la estación anilladora donde se centralizan los datos, uno o varios dígitos característicos del tamaño de la anilla y otros números que individualizan cada una de ellas. Los datos correspondientes a todas las aves anilladas quedan archivados en el centro correspondiente. Estos datos son básicamente: la especie, la edad, el sexo, y el lugar y fecha de anillamiento. Una posterior captura de un ave anillada se envía a la estación correspondiente donde se elabora un historial del ave en cuestión.

Un solo historial  no tiene ningún valor, pero con el tiempo se van acumulando y dan como resultado conocer los movimientos y la biología de las especies. En Europa todas las estaciones de anillamiento están coordinadas en la European Union for Bird Ringing (EURING).