POR ANTONIO BARRAGÁN. Día desapacible donde los haya: niebla espesa hasta bien entrada la tarde, leve viento y frío húmedo que te calaba hasta los huesos.
Algunas aves parecían no querer marcharse de la temperatura que le ofrecían los colectores.
El lugar de anillamiento se encontraba a medio camino entre el cauce del río Tajo y la Sierra de Altamira, entre paisajes de dehesa, cultivos arbóreos de secano y pastizales.
Realicé un gran esfuerzo logístico al prever pocas capturas. Estuve durante toda la jornada solo.
Pude observar varios bandos de Alondra totovía Lullula arborea, Alondra común Alauda arvensis, muchos ejemplares de Bisbita Pratense Anthus pretensis, alguna Perdiz roja Alectoris rufa, un Alcaudón meridional Lanius meridionalis y algunos ejemplares de Mosquitero común Phylloscopus collibita (además de ejemplares de las doce especies anilladas).
DATOS DE LA JORNADA:
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